Mercado de San Antón

Si paseas por la zona de Chueca te propongo hacer una pequeña visita al nuevo Mercado de San Antón (c/ Augusto Figueroa, 24).

antiguo mercado
Este mercado, como otros  existentes en nuestra ciudad, entró en progresivo declive a partir de los años 80 con la llegada de otras formas de comercio y consumo. Ante el progresivo deterioro de las infraestructuras y el cierre significativo de puestos de venta, que llegó a ser crítico en bastantes de los mercados, el Ayuntamiento de Madrid puso en marcha el denominado Plan de Innovación y Transformación de los Mercados de Madrid, procediéndose a la renovación de buena parte de ellos con aparentemente resultados satisfactorios en la mayoría de los casos.

El Mercado de San Antón fue incluido en el mencionado Plan en el año 2002, decidiéndose finalmente como mejor solución en su caso el derribo del antiguo edificio, inaugurado en 1945, y la construcción en dicho lugar de un nuevo mercado adaptado al renovado barrio (el cambio sufrió en Chueca en los últimos años ha sido, para bien, espectacular) y a los nuevos tiempos. La demolición del antiguo mercado se inició en 2007 y el actual inaugurado en mayo de 2011.

Exteriormente el Mercado de San Antón no es especialmente bonito. La fachada de ladrillo visto desentona a juicio de muchos vecinos, opinión que comparto, con los edificios de la zona, siendo esta la única característica que nos llevaría a fijarnos en él. El interior, en cambio, está bastante más logrado, uniendo en sus tres niveles de edificación (más dos subterráneos de parking) distintos conceptos de compra de alimentación: supermercado, puestos tradicionales de alimentos frescos, tiendas de comida preparada y restaurante. Bajo un gran lucernario se asoman a la zona de mercado tradicional, que configura la plaza principal del recinto, las tiendas de comida preparada y tapeo de la segunda planta, así como el restaurante de la tercera. Junto a este último hay también una agradable terraza que sin duda puede seducirnos a tomar en ella una copa si el tiempo acompaña.


 Si has visitado el Mercado de San Miguel, junto a la Plaza Mayor, seguramente veras que este guarda cierto paralelismo en su intención de aprovechamiento, pero sin duda este es propiamente más un mercado de barrio que aquel, al menos en el sentido tradicional de lo que entendemos por tal.

¡Larga vida al comercio de barrio!.